El género Fusarium es un patógeno distribuido ampliamente a nivel mundial (en más 32 países) y afecta a más de 80 cultivos de importancia comercial, como el tomate y la cebolla. Existen diversas especies del género Fusarium, sin embargo las más relevantes para los cultivos de hortalizas son Fusarium oxysporum y Fusarium solani.
Marchitez causada por Fusarium oxysporum
Esta enfermedad es conocida como marchitez y se presenta en distintos cultivos como cucurbitáceas, tomate, pimientos y chiles picantes. Existen tres tipos de razas, sin embargo los síntomas son los mismos en todas las variantes y, cuando se habla de razas, es para especificar la resistencia genética que posee la semilla.
Síntomas
El amarilleamiento de las hojas es uno de los primeros síntomas. Las hojas bajeras comienzan a perder turgencia y a “colgarse”. Además, esta enfermedad afecta el sistema vascular, y al cortar el tallo longitudinalmente podemos observar manchas de color marrón oscuro o café. Antes de que la planta madure, varias hojas se amarillean y marchitan, afectando el desarrollo de los frutos y el crecimiento de la planta en general.
Condiciones para su proliferación
Fusarium oxysporum habita en el suelo y desde ahí se transmite. Puede sobrevivir hasta tres años y se puede hospedar en residuos de cultivo o plantas vivas enfermas. También se puede transmitir o infestar predios si se compran plántulas ya infectadas, semilla contaminada o estacas utilizadas para realizar tutoreo. Este patógeno es de clima cálido, y se desarrolla óptimamente a 28 °C. Temperaturas más cálidas o frías pueden hacer más lenta su proliferación. De igual forma, suelos con pH ácido y de textura arenosa son preferidos por este patógeno, al igual que condiciones de humedad en el suelo.
Medidas de manejo
La rotación de cultivos y tratamiento de suelo son medidas recomendables si esta enfermedad es persistente. Sin embargo, el mejor modo de controlar enfermedades es el uso de variedades con resistencia genética a las distintas razas. En Seminis contamos con variedades resistentes en nuestro portafolio.
Pudrición de la base del tallo (Fusarium solani)
Esta especie de Fusarium afecta a varias hortalizas, pero los tomates y pimientos son los más afectados. Al igual que Fusarium oxysporum, se reconocen diversas razas fisiológicas.
Síntomas
A diferencia de Fusarium oxysporum, esta especie ataca principalmente la zona de la base del tallo y raíz. Provoca marchitez y amarilleamiento de las hojas, así como crecimiento retardado. Afecta seriamente a las raíces y la corona, provocando necrosis en raíces principales y secundarias. Las plantas se vuelven quebradizas cuando el ataque es severo.
Condiciones para su proliferación
Las condiciones de alta humedad y temperaturas de suelo de alrededor los 20 °C fomentan la enfermedad. Este patógeno habita en el suelo, en restos de cultivo y plantas vivas, entre otros, y de este modo se disemina. La maquinaria agrícola también puede acarrear el inóculo de esta enfermedad.
Medidas de manejo
Al igual que Fusarium oxysporum, la rotación de cultivos y tratamiento de suelo son medidas recomendables si esta enfermedad es persistente. Sin embargo, el mejor modo de controlar enfermedades es el uso de variedades con resistencia genética a las distintas razas.