Actualmente existen algunas herramientas que ayudan a optimizar la producción agrícola, un ejemplo de ello son las charolas germinadoras, las cuales son indispensables al momento de la siembra, ya que son el lugar ideal en donde las semillas podrán crecer y desarrollarse adecuadamente.
Este tipo de charolas tienen la capacidad de germinar semillas de hortalizas, árboles frutales, forestales, plantas aromáticas, flores y plantas de ornato, entre otras; gracias a sus características y a su estructura es posible que las plántulas tengan un adecuado crecimiento radicular y un óptimo desarrollo de las mismas.
Existen distintos tipos de charolas las cuales se distinguen principalmente por su forma, tamaño y número de cavidades, éstas pueden ser de larga o corta vida dependiendo del tipo de material con que estén fabricadas, es importante mencionar que la forma para elegir cualquier charola depende del tipo de cultivo, el mercado al que está dirigido, el tipo de clima y el lugar.
Estás charolas deben estár elaboradas para evitar la propagación de cualquier tipo de plaga en los cultivos; además están fabricadas con un material inerte y antiadherente que facilita el trasplante evitando que se dañe la estructura de la plántula durante este proceso; cabe destacar que son fáciles de limpiar y reutilizar para cultivos futuros.
Otra de las ventajas de utilizar estas charolas para producir alimentos, es que ayudan a disminuir costos de producción ya que generan un ahorro significativo de en el uso del agua y nutrientes; además permiten agilizar este proceso, ya que son resistentes y funcionales a la hora de sembrar, permiten cultivar distintos tipos de hortalizas al mismo tiempo, además de facilitar y beneficiar el trasplante debido a que no daña a las raíces.
Están elaboradas principalmente de Poliestireno un material estéril que es amigable con el ambiente, ya que no reacciona con ningún compuesto químico dentro del sustrato o tierra, ni con el agua a la hora del riego; asimismo es lo suficientemente fuerte para que las raíces no las penetren o las rompan, de esta manera impide que se adhieran las raíces en las paredes de la cavidad y evita la propagación de cualquier clase de infección que dañe las semillas.